Salar de Uyuni
Bolivia

La mejor manera de recorrer el Salar de Uyuni en Bolivia

el
07/05/2019

Uyuni no es sólo el salar y esto nos lo mostró Late Bolivia.

También es desiertos, lagunas de colores, 6500 msnm, rocas volcánicas, hoteles de sal, vicuñas y flamencos, pequeñas comunidades, gran amplitud térmica y muchos colores. Sobre todo, naturaleza pura.

Pensamos cómo hacer para recorrer y conocer el Salar de Uyuni de la mejor manera posible. Para eso buscamos y nos informamos bastante, ya que hay muchos operadores pero son muy pocos los habilitados y que cumplen con lo que prometen. Así llegamos a contactar a Oscar de Late Bolivia. Él nos informó que el tour sale desde Uyuni con 4 pasajeros y un guía a diferencia del resto de camionetas que vimos que salían con 6 personas y el chofer. Además, y uno de los puntos importantes que nos atrajo de Late Bolivia, es que no necesitábamos bolsas de dormir porque íbamos a pasar la noche en los hoteles Taika, los cuales están perfectamente preparados para soportar los -20 grados que nos esperaban.

En este post te contamos la mejor manera de conocer el Salar de Uyuni.

DÍA 1 

Arrancamos el día bien temprano, a las 7hs nos pasaban a buscar para comenzar el tour, para comenzar a conocer el famoso Salar de Uyuni. Nuestro guía Raúl nos empezó a contar lo que íbamos a hacer. Una camioneta ideal para el recorrido y súper equipada nos daba buen augurio de lo que iba a ser nuestro viaje.

La primer visita luego de manejar algunas horas y ya dentro de la reserva Eduardo Avaroa, (ingreso fue de 150 pesos bolivianos por persona), fue el Desierto de Dalí. El mismo se destaca por parecer pinturas hechas por el artista, aunque él nunca supo de su existencia. El desierto ya nos empezaba a mostrar la altura del lugar con sus 4750 msnm.

Empezamos con este gran paisaje así que del resto, no esperábamos menos. Nuevamente y luego de algunas horas de andar y andar, llegamos a la triple frontera. La misma está compuesta por Bolivia, Argentina y Chile y nos regalaba la Laguna Verde y la Laguna Blanca. Las mismas están divididas por un pequeño estrecho de tierra. Estas lagunas tienen diferentes colores según los minerales que tiene.

Continuando con el recorrido del día 1 visitamos, cerca de las lagunas, El Sol de Mañana, en el centro de la reserva a 4950 msnm. Este está formado por muchas fumarolas. Las fumarolas son grietas por donde sale lava volcánica y diferentes gases sulfurosos. Verlo es todo un espectáculo, acompañado por el inconfundible aroma a azufre que se desprende de ellas.

Ahora nos tocaba visitar lo destacado del primer día, la famosa Laguna Colorada a los pies del cerro negro. Es colorada por la presencia de plancton y algas microscópicas. Este es el sitio más importante de la región para la observación de los flamencos, aquí conviven las 3 especies: andinos, de james y chilenos. Su superficie aproximada es de 60km2 y se encuentra a 4.278 m.s.n.m. con una profundidad de 35cm. Es realmente imponente este laguna en la reserva.

Ya a última hora, cuando cae la tarde, hacemos nuestra última parada en el Árbol de Piedra, lugar en donde hay formaciones rocosas que toman sus formas por el viento y la arena del lugar. Extrañamente el árbol está alejado del resto de las formaciones.

Completamente agotados por todo el recorrido realizado, sumado a la diferencia de altura y la amplitud térmica que vivimos, terminamos el día en el Hotel Taika del Desierto. Por suerte nos esperaba un hotel con toda la comodidad, agua caliente, calefacción (hasta las 22hs) y una gran comida en base a arroz y llama. Además de las increíbles vistas que se pueden tener de una noche totalmente despejada en el medio del desierto.

DÍA 2

El segundo día nos levantamos después de dormir unas 12hs. Estábamos agotados realmente, pero con ganas de seguir y conocer el Salar de Uyuni en todas sus formas.

El restaurante del hotel nos estaba esperando con el desayuno para arrancar nuevamente a las 9hs el recorrido que comenzaría por las “Lagunas Menores”.

Denominadas “Las Joyas Andinas”, las lagunas Honda, Hedionda y Cañapa, se caracterizan (al igual que las anteriores), por sus colores y sus fuertes olores, principalmente la Hedionda. Las mismas se encuentran rodeadas por montañas y durante el invierno se pueden ver sus picos nevados. Un ambiente increíble, donde la naturaleza predomina ante todo.

La próxima parada es el Mirador del Volcán Ollague, el mismo nos regala una hermosa vista del volcán propiamente dicho. El terreno se parece a lo que nos imaginamos nosotros de lo que es el planeta Marte, seco, con grandes formaciones rocosas donde se forman pasadizos y pequeños miradores. Pasamos un lindo rato ahí contemplando el entorno y jugando un rato con Río, nuestro pequeño DJI Mavic Air.

Ya al mediodía nos fuimos a almorzar al Taika de Piedra, en donde estaban esperando con el almuerzo. En los viajes, una de las cosas que más nos gusta es hablar con lo locales y conocer en primera persona las historias que tienen para contar, eso que no se encuentra en Google ni en ningún libro. Así fue que hablamos con el encargado de este hotel y nos contó que el hotel es de una empresa privada pero por 10 años, el mismo debe ser atendido por una cooperativa de los trabajadores de la comunidad.

Este hotel está a poca distancia del Pueblo Quemado de San Pedro de Quemes. Se llama así por una guerra a finales del siglo XIX en la que el ejército chileno ingresó a Bolivia e incendió todo el pueblo. Una vez terminado este conflicto, el pueblo se vió obligado a trasladarse unos cuantos metros, pero aún se pueden observar las ruinas de lo que fue.  Esta área está rodeada de volcanes y se la conoce como la más energética de Los Andes.

Ya por la tarde nos tocaba comenzar a conocer parte de la gran excusa del viaje: el Salar de Uyuni. Frenamos con la camioneta justo en frente de la Isla del Pez, tiene este nombre su perfil, que al reflejarse en el salar cuando éste se encuentra inundado forma la silueta aproximada de un pez.

Anonadados con tanta inmensidad, nos quedamos largo rato contemplando el salar, jugando con las perspectivas y sacando toneladas de fotos y videos para jamás olvidar esto (cosa que no creemos viable).

Luego de sacarnos un poco las ganas de estar propiamente en el Salar, no fuimos para el último hotel Taika que íbamos a visitar. El Taika de Sal nos estaba esperando con todas y cada una de sus hermosas comodidades.

Descansamos un rato y para alrededor de las 18hs estábamos listos para una sorpresa que nos tenía preparada Raúl, nuestro chofer y guía de Late Bolivia. Nos llevó al medio del salar y preparó una picada con quesos, papas y vino para que nos sentemos a disfrutar y contemplar el paisaje que nos regalaba el lugar junto con un tremendo atardecer.

Fue una gran tarde en donde pudimos hacer algunas de las fotos que toda la gente realiza jugando con la profundidad y la distancia infinita del lugar. La noche, como siempre fue en el Taika que nos esperaba con la cena y la habitación privada súper cómoda.

DÍA 3

Ya el último día nos levantamos y nos esperaba un largo camino, teníamos que cruzar todo el salar. Pero las ganas de conocer el Salar de Uyuni seguían intactas en nosotros.

Ni bien salimos del hotel, tuvimos la suerte de encontrar un poco de agua en el suelo (la época de lluvias se da en enero y febrero, por lo que en octubre no esperábamos encontrarnos con este fenómeno). Jugamos un largo rato en el espejo de agua que se formaba en el salar, así que aprovechamos y nos quedamos haciendo fotos para luego arrancar a la gran visita del día.

Luego de frenar incansables veces en distintas partes de la mismísima inmensidad blanca, llegamos a un lugar increíble. Llegamos a La isla Incahuasi. Esta es popular por tener una gran variedad de flora y fauna del sector, y la única del mundo con estas características. En ella se encuentra gran cantidad de cactus gigantes que pueden llegar a medir más de 10 metros de altura. Para ingresar y poder acceder a los senderos, hay que abonar una pequeña entrada de XXXX, quienes cobran este ingreso pertenecen a la mancomunidad de municipios de Llica y Tahua. Convencidos estamos que esta es la mejor manera de conocer el Salar de Uyuni.

Realizamos una caminata hasta la cima de la isla de unos 30 minutos donde se puede divisar la inmensidad infinita del lugar, y realmente es increíble, un viaje en donde no paramos de sorprendernos  constantemente. Casi que se divisa el primer hotel de sal, que ya está cerrado para hospedar gente, pero se puede ir a almorzar y pasar el rato para descansar.

Este hotel se utilizaba como el punto de partida del Dakar cuando comenzó en Bolivia. Lo que se destaca del lugar es que al lado del hotel hay una pequeña base en donde todos los corredores del Dakar dejaban la bandera de su país, y luego, con el paso de los años, los visitantes que pasan por el lugar, llevan sus banderas y firman las que ya hay. Es el famoso “lugar de las banderas” donde, con el fondo blanco del salar, y los colores de las banderas, las fotos son perfectas se saquen de donde se saquen.

Muy cerca del hotel, y casi al borde del salar, están los Ojos de Sal. Este lugar es por donde respira el salar, y donde podemos ver el antiguo lago que está debajo. A simple vista parece que es agua hirviendo, algo similar a los geiseres pero todo lo contrario, el agua es totalmente fría y con un aroma bastante feo.

Por último y para concluir nuestro día y nuestra visita hicimos una pasada por el Cementerio de Trenes. El mismo tiene máquinas y vagones de las primeras épocas de los ferrocarriles de procedencia inglesa y francesa.

De ahí, nos llevaron directo a nuestro hotel en la ciudad de Uyuni.

Cumplimos uno de nuestros grandes sueños viajeros junto a los amigos de Late Bolivia.  Ellos superaron ampliamente nuestras expectativas y nos enseñaron muchísimo de una parte del mundo que todos debemos conocer en algún momento de la vida.

Encontrá toda la información para tu reserva acá.

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FLORENCIA & CHRISTIAN
Buenos Aires, Argentina

¡Hola viajeros! Somos Flor y Chris, Argentinos, viajeros, cumplidores de sueños. Comenzamos viajando la primera vez en forma de vacaciones a Ecuador, para descubrir no sólo nuestro primer país, sino nuestras ganas de visitar más países y aprender de su gente y su historia. Nos encanta viajar, conocimos más de 30 países y más de 100 ciudades entre los 5 continentes. Literalmente, cumplimos el sueño de dar la vuelta al mundo. Intentamos mostrar el mundo con nuestros ojos tratando de inspirar a aquel que aún no se animó a viajar.